Día del Trabajador del Estado: orgullosamente estatal

Día del Trabajador del Estado: orgullosamente estatal


El primer orgullo de ser un trabajador del Estado es saberse trabajador.Tener en claro que lo que uno hace es una construcción para un colectivo mucho más grande que el propio entorno. Por eso siempre se lleva trabajo a casa: es casi imposible atravesar la puerta de salida del edificio y ya no volver a pensar en lo que sucedió puertas adentro.

El trabajador del Estado no genera riqueza “constante y sonante”, el valor agregado de sus funciones no enriquecen – o no deberían enriquecer- a un sólo sujeto: “el patrón”. La riqueza del trabajo en el Estado pasa por hacer lo mejor posible, eso que debe llegar al mayor número de personas.

Museos, Institutos, Festivales, Bibliotecas populares, Danza, Teatro, Música, Investigaciones, todos tienen atrás pilas de expedientes. Tienen personas que durante 8 o 12 horas se dedican a construir lo mejor para que llegue al público.

Los trabajadores estatales, los trabajadores de la cultura defendemos cada Programa y cada Acción como defendimos los puestos de trabajo de nuestros compañeros y los propios.

Muchas veces las tareas son invisibles y eso permite que el imaginario popular pueda decir que el “empleado público” es maltratador, medio chanta, que no le interesa lo que está haciendo y sólo trabaja por su sueldo.

Esta muestra tiene el sentido último de visibilizar cada granito de arena de los que diariamente ponemos en pie la estructura del Estado. Con paciencia, con alegría y sabores amargos, con salarios por debajo de la línea de pobreza, con contratos basura o tercerizado, con el maltrato diario de quienes nos niegan derechos y a través nuestro a miles de personas. Pero también con la inmensa alegría de que cada vez que algo se logra, cada vez que una idea llegó a realizarse fue sí y sólo sí porque los trabajadores estatales estuvimos ahí para hacerlo posible.

El orgullo del trabajador estatal del Ministerio de Cultura de la Nación es llenar la sala, es la cola de la muestra, es el cuadro restaurado, es el traje bien cosido, los instrumentos afinados, el programa tipeado letra por letra. El taller que capacita, la sonrisa de los que vinieron.

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Este texto forma parte de la exposición "Sin Trabajadores No Hay Cultura", que se inaugura mañana a las 17.30 en Alsina 465.

La muestra es el resultado de un trabajo colaborativo entre diferentes fotógrafos y artistas que trabajan en el Ministerio de Cultura y de una convocatoria abierta de fotografías realizada en 2014.

El Día del Trabajador del Estado fue aprobado por ley en 2013, luego de una larga lucha por el reconocimiento de nuestros derechos de ATE.

Hasta el 14 de julio, el público podrá visitar la muestra de lunes a viernes, de 9 a 18.

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